Las Esferas de Energía

Para ir soltando la mano voy a partir contándoles sobre un juego de mis tiempos de pingüino.

Era 1994, cursando 2do medio, en el recreo entre los dos módulos de Física y le pregunto a Peraca, un amigo, ¿que hacemos? Y me propone el juego de las esferas de energía. Con cara de "¿Que diablos es eso?" le pregunto que onda. Y me explica uno de los juegos más increíbles que he conocido. El juego era netamente de imaginación. Este consistía en que un jugador le lanzaba al otro una esfera de energía y este ultimo la tenia que atajar y así, sucesivamente, lanzándola uno al otro hasta que alguno de los dos no alcanzara a agarrarla. También existía la posibilidad de que si te llegaba en pleno al cuerpo perdías. Ustedes se dirán, pero ¿que gracia tiene el juego? O sea, podrías jamás dejarte perder como cuando pendejo, pero no fue así. El juego fue creciendo en imaginación y en gente. Podías fragmentar la bola de energía en varias pelotas pequeñas y lanzárselas a tu adversario con la esperanza de que se le pasara una. También, al crear varias esferas podías dispararle a más de un adversario. Y siempre estaban los recursos de la bola rápida, efectos, globitos, etc, etc. Si hasta hacíamos malabares con las esferas porque así podías marear a tu “enemigo”. Volábamos por los aires, algunas bolas iban con tanta fuerza que nos botaban o de repente andabas con manos de mantequilla y la bola se te escapaba.
El escenario también era el propicio: a la salida de las salas de Física esta la “Pelouse”, una extensión de pasto de 12[m] por 25[m] aprox. completamente despejada y todos los jugadores atentos, cuales vaqueros en un duelo a muerte, con las manos listas a disparar.
Y adivinen quienes eran los únicos que jugaban esto: los freaks de la clase. Nuestros compañeros de curso no comprenderán jamás como la pasábamos tan bien con nuestra imaginación. Y el truco es que el juego no es el entretenido sino nosotros.
Para concluir un saludo a los duelistas de las esferas de energía: Peraca, Hurti, Rulo, Chanel, Kirkinche y los que se me estén olvidando. Ya nos veremos las caras de nuevo en la celebración de los 10 años de egreso de la LAF.